post

Cuando alguien piensa en la palabra “ingeniero” es probable que se imagine a una persona seria, con casco, que se dedica a trabajar con números, estructuras o sistemas; pero Erick Oswaldo Nájera Pérez es la muestra perfecta de un profesional que puede alcanzar la excelencia académica de la mano con su hobby favorito: el baile.

Erick se graduó con el mejor promedio de Ingeniería en Sistemas Informáticos

Erick se graduó con el mejor promedio de Ingeniería en Sistemas Informáticos de UNICAES, el pasado 3 de julio. Esta distinción honorífica le permitió ser el portavoz de sus colegas de promoción, durante el acto de graduación. “Lo mencioné en mi discurso, fue una gran sorpresa cuando me senté a escribirlo; algo que siempre había querido, poder compartir mi experiencia durante la graduación. Me sentía igual que la hoja en la que estaba escribiendo, en blanco”, recuerda.

Su pasión por todo lo relacionado a la informática y la programación nació desde sus tiempos de colegio. Siempre destacó en las matemáticas. Así fue como discernió que Ingeniería en Sistemas Informáticos era su vocación. Fue hasta en el segundo año de su carrera que decidió dar el siguiente paso, al ritmo del arte de la danza.

En ese periodo, comenzó a impartir clases como instructor de baile, en gimnasios y eventos. Lo que había comenzado como una manera de tener un ingreso extra, se había convertido en un complemento de su formación profesional. “Las clases no interfería con mis horarios de la universidad. Decidí organizar bien mi tiempo para poder continuar con las clases y mis estudios. Creo que esa es la clave, el orden”.

Con el apoyo de sus padres y poniendo siempre la prioridad en su carrera, Erick fue dando a conocer más su trabajo como instructor de baile, hasta llegar a participar en eventos a escala nacional. Durante este tiempo, también se desempeñó como profesor de Educación Física, en un instituto de Santa Ana, por cuatro años.

Por el momento, el joven ingeniero está enfocado en perfeccionar el idioma inglés. Tiene ilusión de trabajar en una empresa multinacional. Todas estas experiencias, desde la academia y la danza, han enriquecido su proyecto de vida personal; al punto de llegar a instaurar una nueva melodía en su ideario profesional. “Tenemos que estar actualizados en nuevos conocimientos para dar lo mejor de nosotros”, concluye.