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Vivir coherentemente la fe es la invitación del Beato Óscar Arnulfo Romero Galdámez para los cristianos en el contexto contemporáneo, o por lo menos así lo considera el Padre Pedro José García, Sacerdote al frente de la Parroquia Inmaculada Concepción de María, de la Universidad Católica de El Salvador (UNICAES). En las siguientes líneas, el Padre Pedro nos comparte la importancia de la figura del también conocido como la voz de los sin voz; especialmente ahora, próximos a la celebración de los 100 años de su natalicio.

 Entiendo que las diferentes Diócesis en El Salvador se preparan para celebrar los 100 años del nacimiento del Beato Óscar Romero, ¿cómo lo celebraremos en el occidente del país?

Efectivamente, hay diferentes actividades a lo largo de toda la provincia eclesiástica de El Salvador. Hay una peregrinación que saldrá desde San Salvador y llegará hasta Ciudad Barrios, será durante varios días y tendrá algunas escalas, porque es una distancia larga y se deberá respetar el paso que lleven las diferentes personas que acompañen la caminata. Nosotros, como Diócesis de Santa Ana, hemos tenido la celebración de una Novena, para estudiar aspectos fundamentales del pensamiento de Monseñor Romero. El sábado 12 de agosto, tendremos una celebración conjunta, entre las Diócesis de Santa Ana y Sonsonate, en donde nos daremos cita todos los católicos posibles, en el Estadio Oscar Alberto Quiteño, de Santa Ana. Será una fiesta eclesial porque habrá la presencia de muchas parroquias.

Y de manera específica, ¿cómo se suma la Parroquia Inmaculada Concepción de María en esta celebración?

La opción que hemos tomado como parroquia es ilustrar, con la predicación del Beato Romero, lo que la Palabra nos dirá a lo largo de la semana. También nos uniremos a la celebración del sábado. El punto de reunión será el Hogar Santa Ana, Carpinello, de ahí saldremos todos para el Estadio con la camiseta de UNICAES.

A partir de su opinión, ¿qué significado tiene el Beato Óscar Romero en la vida de los cristianos?

Existen signos que han quedado plasmados en las catacumbas, en donde muestran a los primeros cristianos dando culto, resaltando la valentía, el honor y la coherencia de su fe. Cristianos que habiendo creído en la Resurrección de Jesús, murieron con esa convicción. Y esto ha sucedido a lo largo del tiempo, hay casos donde evidentemente la entrega de la vida por la fe y por la verdad sigue siendo un elemento que impacta. Monseñor Romero representa eso para la Iglesia Universal y nuestro país. Tal vez en un contexto muy complicado, muy difícil, esto no se logra apreciar del todo, pero el tiempo se ha encargado de manifestar que todo aquello tenía un fundamento, que ahora los cristianos deberíamos asumir y retomar de alguna manera. También es un acto de justicia para toda esa gente humilde y sencilla que creyó en la palabra Monseñor Romero y que, durante muchas décadas, fue burlada por visiones, actitudes e ideologías que desvirtuaron su actuar y su pensamiento. Por esa razón, pienso que para el país y para la Iglesia salvadoreña en particular, Monseñor Romero es una figura muy importante.

¿Cuál cree que sería el mensaje del Beato Óscar Romero para nuestro país en estos momentos, tomando en cuenta el contexto en el que vivimos?

Recordando el contexto que él vivió en ese momento, pero también tomando en cuenta sus mensajes en este tiempo, creo que no existe mucha diferencia, solamente se ha cambiado de nombre y época. Ahora, el pecado se vuelve más sofisticado, más sutil, más institucional, entonces pienso que su mensaje podría cambiar en palabras, pero me lo imagino hablando igual o, a lo mejor, mucho más contundente.

Para finalizar, ¿cómo podemos retomar el mensaje del Beato Óscar Romero y ponerlo en práctica?

Muchos queremos encontrar a Dios,  luchamos y nos quejamos cuando Dios no se hace evidente en nuestra vida, pero también es cierto, que Dios se nos puede estar acercando de la manera menos esperada y, sin embargo, se trata de ese Dios por el que tanto nosotros clamamos. La mejor manera de rendir un tributo al Beato Romero en nombre de la Iglesia, es vivir coherentemente la fe que puso en el corazón de cada uno de nosotros, aquel que inspiró la fundación de la Iglesia,  porque creo que eso fue lo que movió a Monseñor Romero para defender la verdad y las injusticias en nuestro país.