La casa anexa
Santa Ana, 6:30 de la mañana. El flujo de vehículos comienza a circular por la ciudad. El ambiente está fresco, ideal para caminar. Muchos peatones se mueven de prisa, a paso firme, dispuestos a llegar a la meta final. No es un maratón, ni mucho menos una competencia de triatlón: es el inicio de la semana, que marca el banderazo de salida para ir a trabajar o estudiar.
En el vaivén de la ciudad, se acentúa la presencia de un grupo de jóvenes uniformados. Visten de blanco, pero no pertenecen a un colegio o a una institución militar. Entran y salen de una casa de corte clásico, tradicional. Un portero sonríe cada vez que uno de ellos pasa por el umbral principal.
Ya dentro, el ambiente es tranquilo: da la sensación de haber encontrado un “nido matinal”, “para beber rocío para beber aroma” y preparar así la intensa jornada que está a punto de llegar…
Algunos leen en los pasillos, otros comen su merienda habitual. Podría decirse que es un espacio abierto, lúdico y recreativo, propicio para estudiar.
¿Qué es este lugar? ¿Quiénes van ahí? Preguntas válidas, no cualquiera conoce La Casa Anexa, el lugar donde los estudiantes de cuarto año en adelante de medicina, pueden recibir todos los servicios que brinda la Universidad, con la ventaja de la cercanía del hospital.
Desde 2016, la Casa Anexa beneficia a más de 190 estudiantes, con la intención de facilitar un espacio de formación académica en el campo de medicina.
El anexo, como también es conocido por todos, queda a solo tres cuadras del Hospital San Juan de Dios, lugar donde los estudiantes del Doctorado en Medicina de UNICAES realizan sus prácticas profesionales.
¿Te animas a llegar?
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