Una receta singular: mi decisión vocacional
Por Jeanmillette Marroquin / jeanmillette.marroquin@catolica.edu.sv
Una de las decisiones más importantes en nuestras vidas es la elección de una profesión. Suena desafiante, ¿cierto? Pero esto no debe preocuparnos o paralizarnos, todos sentimos el mismo miedo en algún momento. Recuerdo perfectamente cuando decidí inscribirme en la universidad, me sentía muy nerviosa y miles de preguntas rondaron esos días por mi cabeza: ¿Y si no me gusta la carrera que quiero? ¿Y si dejo las materias? ¿Y si no encuentro un empleo? Esas y muchas preguntas más las consultaba con mi almohada, cada noche.
Esta decisión requiere esfuerzo y sacrificio; además, agregar un poco de paciencia y amor
Además, había otros factores importantes que me hacían pensar en mi decisión vocacional: mi familia, amigos y compañeros de colegio que vivían el mismo proceso en ese momento; claro, eran personas a las que escuchaba y agradecía que me acompañaran en esta nueva etapa, pero no dejaban de causar cierta presión. Por eso, quiero compartir algunas claves que me ayudaron a tomar mi decisión sobre qué carrera estudiar:
- Evaluar nuestro crecimiento: tomar en cuenta todas las actividades extracurriculares en las que hemos participado, destacar aquellas en las que nos desenvolvimos mejor y que también disfrutamos hacer, enlistar nuestras habilidades y gustos. Por ejemplo, yo siempre participaba como organizadora de los eventos y actividades del colegio, descubrí habilidades como el trabajo en equipo, creatividad y productividad.
- Investigar y asesorarnos adecuadamente: es importante informarnos sobre todas las carreras que podríamos elegir, entrevistarnos con personas que ejerzan alguna de nuestras opciones y sobre todo con personas que nos inspiren.
- Creer en nosotros y nuestras capacidades: recordemos que esta elección nos acompañará el resto de nuestras vidas, es crucial que emprendamos este camino con plena confianza. Si nosotros queremos, podremos.
- Enfocar nuestra atención en lo verdaderamente importante: En la era digital nos vemos influenciados por ideas de vidas perfectas que pueden terminar distrayéndonos de lo que realmente nos gusta o queremos hacer. Corremos el riesgo de terminar haciendo y viviendo la vida de otros.
- Y, por último, pero no menos importante, que la oración sea nuestra guía, nunca olvidemos pedir a Dios que nos ilumine antes de tomar una decisión.
Lo anterior no es una receta que si la seguimos al pie de la letra tendrá el mismo resultado para todos, pero sí son pequeños consejos que pueden marcar la diferencia en esta etapa. Está permitido equivocarse. Si nuestra primera elección no nos gusta podemos cambiar de opinión, pero debemos estar atentos a aprender de nuestros errores y tomar una mejor decisión la próxima vez.
Elegir la carrera correcta no significa que todo será fácil. Esta decisión requiere esfuerzo y sacrificio, además de agregar un poco de paciencia y amor. Así será mucho más fácil de caminar. En el 2019, el Papa Francisco pronunció un discurso en Madagascar en el que nos invitó a “buscar la felicidad que nadie nos podrá quitar” y yo creo que a través de nuestro trabajo podemos encontrar parte de esa felicidad, podemos ayudar a hacer felices a otros y, de esta manera, aportar nuestro grano de arena para construir un mundo mejor.
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